Monitorización de animales mediante la colocación de un sistema de tracking, compuesto por una serie de sensores que nos permiten conocer en todo momento su localización y actividad (velocidad, inclinación, aceleración). También nos proporciona información sobre otros parámetros físicos como la temperatura, tanto interior (en el caso de la cabra) como exterior, entre otros. Lo que permite evaluar esta información a distancia, en tiempo real y con la mínima intervención humana. A partir de la información transmitida por dichos sensores y su combinación se podrá estandarizar el comportamiento de los rebaños.