La preocupación por el bienestar animal es un hecho entre los consumidores de todo el mundo y, como no, de nuestro país. Quieres saber más sobre los productos animales que están consumiendo, cómo y dónde se ha criado el animal, si lo han hecho con las mejores garantías para éste a lo largo de su vida, etc.
Por ello, instituciones, gobiernos y ganaderos están haciendo lo posible para dar dicha información y que haya la máxima transparencia posible. Para conseguirlo entran en juego inspecciones tanto visuales como informatizadas y, en este punto, la digitalización tiene mucho que aportar. Por eso, desde Ventum te exponemos este tema tan importante y actual. ¡Sigue leyendo!
El bienestar animal, una preocupación creciente entre los consumidores
La Comisión Europea publicó un informe sobre las iniciativas que hay en marcha en los países de la Unión Europea en el ámbito del etiquetado del bienestar animal. En dicho estudio se revisan los sistemas de etiquetado existentes y evalúa sus características e impacto y, a su vez, analiza el grado de conocimiento de los consumidores sobre los estándares de bienestar animal y la demanda de información que exigen en las etiquetas.
En el informe se pone de manifiesto que los consumidores de la UE tienen un bajo nivel de conocimiento tanto de las condiciones en las que se mantienen los animales como sobre el cuidado que reciben.
Se estima que la mitad de los consumidores europeos quiere recibir información sobre el bienestar animal en el etiquetado. Concretamente, se pone en valor la posibilidad de usar como vía principal de información una combinación entre los medios de comunicación tradicionales (que actualmente es la fuente más consumida) y el etiquetado de los productos. Con ello, se podrán tomar decisiones bien formadas en lo relativo al bienestar animal.
Entre estos consumidores destacan los españoles, entre los que se ha incrementado la sensibilidad por el bienestar de los animales y hacia todos los productos de ese origen. Y, además, son consumidores que no se fían de cualquier etiquetado, sino que tienen predilección por aquel procedente de entidades europeas oficiales.
¿Qué dice la ley española sobre el bienestar animal?
En España, a efectos de bienestar animal, nos basamos en el Real Decreto 348/2000, de 10 de marzo, relativo a la protección de los animales en explotaciones ganaderas. En el cual se cita que:
“De esta forma, se pretende la protección de los animales en las explotaciones ganaderas, así como el evitar distorsiones en el desarrollo de la producción y propiciar el buen funcionamiento de la organización del mercado de animales”.
Y en su Artículo 3, se refiere a los propietarios y cuidadores. Quienes tendrán una serie de obligaciones como son:
- Adoptar las medidas oportunas y adecuadas para asegurar ese bienestar de los animales con la mirada puesta en garantizar que no sufran dolor, padecimiento y/o daños inútiles.
- Que sus condiciones desde la cría y el mantenimiento, hasta que salgan de la propiedad, se atengan a las especificaciones establecidas en el anexo de este Real Decreto.
La tecnología como aliada de la experiencia del ganadero
Es posible que por más cuidado que se ponga en el cuidado de los animales en una explotación, alguno pueda sufrir un accidente o contraer alguna enfermedad: cojera, mastitis, tuberculosis, etc. Y ahí, el ojo experto del ganadero es un plus añadido por la experiencia. Aunque puede pasar que su identificación no sea temprana y el animal empeore antes de que el ganadero pueda actuar.
Por ello, sobre todo en explotaciones donde contamos con cientos o miles de ejemplares, el ojo experto puede “tardar” y la automatización del control tanto de la alimentación como de la temperatura (interna y externa) del ejemplar puede ser de gran valor.
No sólo se puede apartar antes a ese animal, si hay riesgo de contagio, sino que se le puede detectar el trastorno y tratar veterinariamente con anticipación. Consiguiendo así que el animal no sufra más de lo necesario y el ganadero pueda estar tranquilo gracias a los datos obtenidos por esa automatización de su explotación.
Cómo se evalúa el bienestar animal con tecnología
Como ya hemos dicho al comienzo de este artículo, el bienestar animal es una prioridad para los ciudadanos y consumidores a nivel global, ya no sólo europeo, y por esta razón se han desarrollado protocolos de evaluación y esquemas de certificación. Los protocolos de evaluación combinan, a día de hoy, varios indicadores que incluyen: encuestas simples, inspecciones en las granjas y la observación de los animales.
Lo que sucede es que la información obtenida, mayoritariamente, de forma visual lleva mucho tiempo para recopilar los datos, incluso largos períodos. Para su mejora, surgió una alternativa que era utilizar las medidas automatizadas.
A continuación, se presentan ejemplos de cómo medir el bienestar animal con las nuevas tecnologías utilizando de base los cuatro principios y los doce criterios de Welfare Quality®.
1.- Principio de Buena Alimentación
Este principio incluye dos criterios que son la ausencia de hambre y sed prolongadas.
Para la primera, la opción más fiable sería la experiencia y observación del ganadero, pero como ésto no siempre es posible las 24 horas, es recomendable contar con algunas soluciones tecnológicas. Las opciones más sencillas, a la vez que eficaces, son el pesaje por medio de un smartphone, el control del nivel del silo o las básculas cerca o en el propio lugar de alimentación.
Igualmente sucede con la cantidad de litros que bebe un animal o si está bebiendo o no, por esto una buena ayuda es recurrir a otras medidas. Como, por ejemplo, podría evaluarse controlando el nivel de los depósitos de agua, remotamente y en cualquier momento, pudiendo incluso detectar fugas. También es posible monitorizarla mediante caudalímetros en el bebedero, o midiendo la temperatura del animal (el rumen disminuye de temperatura al beber agua).
2.- Principio de Buen Alojamiento
Este principio incluye tres criterios que son la comodidad en el descanso, la comodidad térmica y la facilidad de movimiento del animal.
Para el cumplimiento de los tres, se han usado sensores como podómetros y acelerómetros para monitorear el descanso, por ejemplo. Además, está el uso de imágenes para la detección del descanso, la higiene corporal y las posturas. Y, como no, la utilización de estaciones meteorológicas así como sensores de temperatura tanto del animal como del establo para su comodidad térmica.
3.- Principio de buena salud
En este principio también hay tres criterios, que son la ausencia de lesiones, la ausencia de enfermedad y la ausencia de dolor, mayormente inducido por manejos inapropiados.
En este sentido, se puede emplear el control de temperatura tanto interior como exterior del animal y de la instalación ganadera para ver indicios de enfermedad. También contamos con el empleo de control de peso, que nos indicaría si el animal no está comiendo por alguna dolencia y, cómo no, el monitoreo GPS que nos mostraría los movimientos del animal.
Si el animal no se mueve como acostumbra, puede ser síntoma de mala salud y, posiblemente, necesite de acción veterinaria cuanto antes y de aislamiento si se sospecha de alguna enfermedad infecciosa.
4.- Principio de Comportamiento Apropiado
Y en este principio final se incluyen cuatro criterios que son la expresión de comportamientos sociales, la expresión de otros comportamientos, la buena relación humano-animal y el estado emocional positivo.
El primero de ellos, la expresión de comportamiento social se evalúa mediante la observación de los animales. A día de hoy, se intentan desarrollar cámaras que mediante algoritmos de aprendizaje detecten las interacciones sociales de forma automática. Y, a modo de investigación, registradores de proximidad más soluciones de ubicación para caracterizar la estructura de la red social de los rebaños.
Con las soluciones de ubicación, conociendo cómo se estructuran los rebaños, los cambios de comportamiento o comportamientos no apropiados podrían ser detectados con gran facilidad. Para ello, los animales deberían estar monitorizados por GPS, crotales o algún otro sistema IoT.
Como has podido leer a lo largo del artículo, la automatización en las explotaciones es un gran paso para asegurar el bienestar animal y el cumplimiento de la legislación vigente. Si tienes una explotación ganadera y quieres invertir en ello, en Ventum tenemos a tu disposición multitud de soluciones, útiles y servicios.
Además, puedes solicitarnos una sesión de consultoría para solucionar todas las dudas que puedas tener. No lo dudes y contacta con nosotros, estaremos encantados de ayudarte. ¡Adelante!